three bicycles parked in front of building

10 DÍAS EN JAPÓN PARA QUIENES NO SABÍAN QUE LO NECESITABAN

¿Japón está en tu bucket list? Este blog es tu señal. Te llevamos a vivir 10 días de puro encanto nipón: desde ramen en callejones iluminados hasta ciervos que se portan mejor que tus exs. Cultura, comida, parques mágicos y paisajes que parecen sacados de un anime. Si lo tuyo es viajar bonito, con todo planeado y cero estrés, este itinerario es tu nuevo plan favorito. Spoiler: al final vas a querer quedarte a vivir.

GUÍAS PASPORTA

Team Pasporta

5/12/20257 min leer

¿Un viajecito a Japón? Sí, está en todas partes de Instagram y TikTok, pero la verdad es que lo que hace especial a Japón no son los likes, sino lo que te hace sentir. Es el matcha espumoso servido en taza de cerámica, los pasillos infinitos de toriis naranjas, los ciervos que literalmente te saludan con una reverencia (true story), o los atardeceres dorados sobre templos de más de mil años.

Este itinerario de 10 días está hecho para las que quieren cultura, comida, magia y un poquito de caos (del bueno). Para amigas que viajan con mochila y glitter, para parejas que sueñan con ver geishas pasar, o para cualquiera que quiera tener ese viaje que después se cuenta mil veces. Y si quieres cambiar algo, nosotras lo adaptamos a tu ritmo. Tú di “quiero”, nosotras decimos “listo”.

Spoiler: vas a llorar un poco al final. Japón hace eso.

aerial view of people walking on cross pedestrian lane
aerial view of people walking on cross pedestrian lane
brown wooden bridge in the woods
brown wooden bridge in the woods
Día 1: ¡Kon’nichiwa, Tokio! 

Después del vuelo desde México, llegamos a Tokio con ojeras pero con el alma lista para vibrar alto. Nos quedamos en la zona de Asakusa o Chiyoda, porque son tranquilas, súper bien conectadas y te despiertan con vistas a templos y ríos, no a avenidas grises.

Dejamos maletas, nos ponemos algo cómodo y salimos a Shibuya, ese cruce de locura coordinada que todos quieren grabar. Le damos un saludo a Hachiko, el perrito más leal del planeta, y cenamos algo rico, como ramen fusión o sushi que llega en una banda rápida (sí, eso existe y sí, es increíble).

Primera noche: cero presión. Solo deja que Tokio te empiece a conquistar.

high-angle photography of buildings in dim light
high-angle photography of buildings in dim light
Día 2: Harajuku, moda loca y arte que brilla

Empezamos fuerte: Takeshita Street nos recibe con moda que parece salida de un anime. Seguimos por Omotesando (la Champs-Élysées japonesa) y Cat Street, donde los cafés conceptuales te hacen dudar si estás en Tokio o en una expo de arte.

Paramos en algún café temático —tipo búhos o gatitos, tú eliges tu nivel de rareza— y luego cruzamos media ciudad para algo que no se puede explicar, solo vivir: TeamLab Planets, una instalación de arte digital donde caminas sobre agua, luces y flores que flotan en el aire. Literalmente otro planeta.

Cerramos el día con un ramen cítrico delicioso en Afuri. Spoiler: vas a querer repetir.

people walking on street during daytime
people walking on street during daytime
Día 3: Vistas épicas y cultura escondida

Subimos al mirador Shibuya Sky para ver Tokio desde las alturas. Si el día está claro, el Monte Fuji te saluda desde lejos. Nivel de postal: 100/10.

Por la tarde, vamos a Shinjuku, que tiene todo: luces, caos, y también arte. Puedes visitar el Museo de Arte Contemporáneo o dejarte sorprender por el Santuario Hanazono, escondido entre rascacielos. Tokio siempre tiene un rincón zen si lo sabes buscar.

Terminamos en un izakaya en Golden Gai, un mini laberinto de bares tan chiquitos que entras tú y dos japoneses más. Con suerte, karaoke incluido

aerial photography of city
aerial photography of city
restaurant with people dining in
restaurant with people dining in
Día 4: DisneySea, porque la niña interior también viaja

Un día entero en Tokyo DisneySea, el parque más único del mundo (no, en serio, no hay otro igual). Inspirado en océanos y aventuras míticas, tiene la mezcla exacta de nostalgia, emoción y arquitectura de ensueño.

Nos subimos a todo, comemos snacks con forma de Mickey, y si te dan ganas de llorar durante el show nocturno, tranquila, a todas nos pasa.

a couple of people that are standing in front of a clock
a couple of people that are standing in front of a clock
Día 5: Adiós Tokio, hola Kioto

Tomamos el Shinkansen (tren bala) a Kioto, y llegamos en tiempo récord a otro universo. Aquí todo se siente más lento, más bello, más… Kyoto vibes.

Nos quedamos cerca de Kawaramachi-dori, zona perfecta para caminar por calles antiguas, estar cerca del río y perderte entre tiendas tradicionales.

Al atardecer salimos a Gion, el barrio de las geishas. Si ves pasar una en silencio con su kimono perfecto, se te pone la piel chinita. Y la cena, claro, en una taberna frente al río Kamo, con linternas flotando como escena de película japonesa.

person walking on street while holding umbrella
person walking on street while holding umbrella
woman in black and white floral kimono walking on sidewalk during daytime
woman in black and white floral kimono walking on sidewalk during daytime
Día 6: Oro, toriis infinitos y postres verdes

Empezamos con el Kinkaku-ji, el Pabellón Dorado. Oro real, lago tranquilo, y selfies obligadas. Luego vamos a Fushimi Inari, ese lugar con miles de puertas naranjas que parecen no terminar nunca (sí, las de Memorias de una Geisha).

Por la tarde, exploramos el mercado Nishiki, donde se prueba todo: dulces de arroz, brochetas raras, y hasta matcha en forma de parfait en Tsujiri. Es la clase de lugar donde terminas comiendo cinco veces sin darte cuenta.

brown and white wooden house near body of water during daytime
brown and white wooden house near body of water during daytime
empty hallway
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Día 7: Bambú, monos y zen total

Nos vamos a Arashiyama, al oeste de Kioto. Caminamos entre bambús gigantes, visitamos el templo Tenryu-ji, y si tenemos ganas, subimos al parque de los monos Iwatayama. Desde arriba, Kioto se ve como una pintura japonesa.

Después de la bajada (y mil fotos), paramos por un té con wagashi, dulces de temporada que parecen joyas y saben como un abrazo suave. Japón también es esto: calmado, bonito y perfecto.

A couple of monkeys sitting on top of a wooden table
A couple of monkeys sitting on top of a wooden table
Día 8: Ciervos educados y budas gigantes

Excursión a Nara, donde los bambis caminan entre la gente como si nada. Les das una galleta y te hacen reverencia. No estamos bromeando.

Entramos al Todai-ji, que guarda un Gran Buda de bronce monumental. Es uno de esos lugares que te deja sin palabras (y sin espacio en la cámara).

Comemos un mochi o un helado frente al parque, y volvemos a Kioto con la sensación de haber viajado en el tiempo.

golden Buddha statue
golden Buddha statue
brown deer
brown deer
Día 9: Últimas vueltas en Tokio

Volvemos a Tokio para la última noche, y nos quedamos en Asakusa, cerca del templo Senso-ji. Caminamos por la calle Nakamise, donde puedes comprar los mejores recuerdos: abanicos, dulces, tazas, todo.

Y si queda energía, puedes darte un tour exprés por Ikebukuro o Ginza: ya sea otaku vibes o lujo, Tokio siempre tiene algo más para mostrarte. Para el cierre, un kakigori (nieve raspada de sabores) y una foto más para cerrar el carrete.

a group of people standing in front of a tall building
a group of people standing in front of a tall building
Día 10: Sayōnara, Japón (y gracias por tanto)

Último desayuno. Último sorbo de matcha. Última caminata por esas calles que ya se sienten tuyas. Y mientras empacas tu yukata, tus dulces raros y tus 1,000 fotos del bosque de bambú, sabes que algo cambió. Japón tiene esa magia: te transforma sin hacer ruido.

Y sí, duele un poquito irse, pero te llevas recuerdos que no caben en la maleta. Como ese momento en el templo donde todo se quedó en silencio. O cuando gritaste en DisneySea como niña chiquita. O cuando el ciervo en Nara casi te roba el mapa y tú te reíste en vez de gritar. Japón se queda contigo, aunque ya estés volando de regreso.

silhouette of man near outside
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Y aquí va lo más importante:

Todo esto —todo— lo armamos nosotras. Y lo podemos armar para ti.

¿Quieres ir con tu mejor amiga, tu pareja, tu mamá o sola (porque why not)? Nos mandas un mensajito y lo planeamos a tu gusto. Sin líos. Sin perder tiempo. Sin errores de novata.

Nosotras ya hicimos la fila, ya tomamos nota, ya nos perdimos en el metro (true story) y ahora te damos el viaje perfecto, servido en bandeja con todo listo: vuelos, hoteles divinos, tren bala, tés increíbles, templos y tips que no salen en Google.

Tú solo di: “¡me urge este viaje!”

Y nosotras decimos: “Va, te llevamos”.

Haz clic. Mándanos un DM o llena formulario. Escríbenos “quiero Japón” por WhatsApp y en menos de lo que tarda un mochi en derretirse, ya estás en camino.

Japón está a un sí de distancia. ¿Lo dices tú o lo digo yo?

Top secret, shh.

Con amor,
Pasporta