UN VIAJE POR ESPAÑA CON SABOR A NORTE
¿Y si no tuvieras que planear nada para vivir el norte de España? Este blog post es tu pasaporte directo a una ruta ya armada: desde Madrid hasta Galicia, pasando por pueblos con alma, playas secretas, vino, pintxos, cafés que enamoran y paisajes que te dejan sin palabras. Recomendaciones reales, mood viajero y planes que te llevan desde la ciudad al mar sin complicarte la vida. Una mezcla perfecta entre cultura, sabor y emoción, al más puro estilo Pasporta.
GUÍAS PASPORTA
De ciudades vibrantes a pueblitos con alma, esta ruta está lista para que la vivas sin tener que planear nada. Ya la hicimos por ti. Y está deliciosa.
Te recomendamos rentar coche para ir de lugar en lugar y vivir esta experiencia al full.
¿Listos? ¡Vamos!
Empieza con energía capitalina
Todo arranca en Madrid, porque claro: uno aterriza en la capital. Y qué bueno, porque siempre hay algo para todos.
Una mezcla de arte, arquitectura, tiendas bonitas, tapas bien servidas y cafés con nombre propio que te pone en mood viajero instantáneo.
Te recomendamos nuestras zonas favoritas: Salamanca, Justicia y Chamberí. Camina, entra a tienditas, descubre la moda española y empápate de su cultura.
¿Desayuno Pasporta? Parada obligada en Alma Nomad Bakery. Pide el croissant de jamón y queso o el de pistache con chocolate. Te vas a enamorar.
¿Hora del café? Pásale a Hola Coffee (ganador mundial), East Crema o Cuatro — todos con vibe espectacular.
Si eres de museos, claro que el Prado es icónico… pero si ya fuiste, el Thyssen es joya. Las exposiciones temporales te vuelan la cabeza.
Para comer, la escena madrileña está on fire:
Akiro si amas los hand rolls.
Casa Benigna, para arroces como en casa de abuela fancy.
La Maruca, imperdible para comida española.
Fismuler, flow mediterráneo.
Y si vas con hambre y ganas de chimenea: Filandón, a las afueras, pura experiencia 10/10.
Rumbo al vino y las tapas infinitas
¡Empieza el roadtrip!
De Madrid subimos a Logroño, con parada estratégica en Soria: prueba los torreznos (sí, crujientes, sí, gloriosos). Luego, directo a la famosa calle Laurel.
Plan Pasporta: bar en bar, tapa en tapa, sin presión y con vino en mano.
Bar Soriano: brocheta de champi con gamba.
Bar Páganos: pincho moruno inolvidable.
Camina por el casco antiguo y la calle Portales, y si te da tiempo entra a la Concatedral de Santa María de la Redonda o el Museo de La Rioja.




Entre bodegas, paisajes y calles con historia
Sigue la ruta por viñedos hasta Marqués de Riscal, la bodega diseñada por Frank Gehry que parece sacada de un sueño futurista.
Haz una cata, y si puedes, desayuna antes en Biásteri, un pueblito divino digno de postal.
Después llegas a Pamplona, ciudad con historia en cada calle. Pasea por el casco antiguo, el Paseo del Redín, la Ciudadela y sus murallas.
Pásate por la calle Salsipuedes (el nombre ya lo dice todo) y para comer tienes dos joyas:
Mercado del Ensanche, para probar lo local.
Café Iruña, clásico con historia, donde Hemingway tomaba vermut.
Tip Pasporta: únete a un free tour, siempre sale algo que Google no cuenta.




¡Bonjour! Bienvenidos al País Vasco francés
En menos de dos horas estarás en Biarritz y el mood cambia: surf, baguette, arquitectura chic y mar.
Te recomendamos:
Caminar por Grande Plage y perderte en la cala escondida de Port Vieux.
Pasar por Villa Belza y el Casino Barrière.
Sentarte con calma en Café des Artistes, o probar mariscos en Chez Albert.
Ir a Chéri Bibi o Le Surfing si quieres chipirones y buena vibra.
Y sí: Maison Adam tiene postres que te hacen suspirar.
Fun fact: Biarritz era el destino de verano de la realeza europea en el siglo XIX, y sigue teniendo esa elegancia relajada.


Joyitas escondidas: San Juan de Luz & Hendaya
Haz dos day trips imperdibles:
En San Juan de Luz, entra a la iglesia de San Juan Bautista, visita la Maison Louis XIV, pasea por el mercado Les Halles, y piérdete entre boutiques y croissants.
En Hendaya, camina por la playa de Ondarraitz, sube al Castillo de Abbadia y disfruta la Bahía de Txingudi.
Tips Pasporta:
Compra macarons en una pastelería local y guárdalos para el camino.
Lleva traje de baño por si el mar te llama.
Sube al castillo al atardecer. La vista es de película.
De regreso a lo vasco: Hondarribia & San Sebastián
Hondarribia se siente como un set de película: balcones de colores, calles tranquilas, aire puro.
Camina por la Puerta de Santa María, visita la iglesia, tómate un vino en la Plaza de Armas y déjate llevar.
San Sebastián... qué decir. Una joya.
Renta bici y recorre la Playa de la Concha y Ondarreta.
Haz ruta de pintxos (prueba la gilda o el txangurro).
Cena en un clásico como Arzak o Mugaritz.
Y obligatorio: la tarta de queso en La Viña. Nivel emoción.


Aventura + mar + paisajes que te hacen respirar hondo
Este tramo es para conectar con la naturaleza:
Haz un hike a San Juan de Gaztelugatxe — sí, donde se grabó Game of Thrones. Lleven tenis cómodos y cámara.
En Bermeo, recorre el puerto pesquero, entra al Museo del Pescador, y come en alguna taberna con vistas al mar.
Después, toca Bilbao. Tradición y modernidad mezcladas con arte.
Visita el Guggenheim, cruza el Puente Zubizuri, y piérdete por el Casco Viejo.
Cena en Amaren (fanáticos de la carne: este es su momento).
Y sí, más pintxos.




Un cierre que baja el ritmo, pero sube el alma
En Santander, camina por El Sardinero, visita el Palacio de la Magdalena, la Catedral, el Centro Botín, y come en Bodega del Riojano o en Taberna del Herrero.
Después, Asturias.
Oviedo tiene catedral, iglesias prerrománicas y museos que valen la pena. Cena en una sidrería como Casa Fermín o Casa Lobato.
Gijón tiene mar, barrio antiguo, el Elogio del Horizonte y sidra por todos lados. No te vayas sin probar el cachopo y el arroz con leche.
Y para cerrar como se debe:
En A Coruña, sube a la Torre de Hércules, pasea por la Plaza María Pita, y ve por tapas a Calle Barrera.
En Santiago de Compostela, visita la Catedral, el Monasterio de San Martín Pinario y come en A Tafona o O Balado.
Y en Ourense, relájate en las termas, visita la catedral y come en Casal de Armán. Pura paz.




¿Te dieron ganas de irte?
Solo dime y lo hacemos realidad.
Ya está todo armado, tú solo empaca.
Nos escribes, lo reservamos, y listo: te vas.
Top secret, shh.
Con amor,
Pasporta

